7 señales de que tienes que renovar la sala de espera de tu oficina

  1. Está vieja

    Así, como dato general. Y más que una señal, es una muestra clara. Si los tapizados de los sofás están estropeados y desgastados, si el material de la estructura de sus patas se está despegando o si el interruptor de la lámpara ya no funciona correctamente, claramente tienes que cambiar tus muebles.

  2. No es ergonómica

    Es probable que nadie pase más de 3 horas sentado en el sofá de tu sala de espera, pero eso no justifica que tus sofás sean cutres, ni mucho menos, incómodos. No deberías equipar tu sala de espera o recepción (que muchas veces es tu carta de presentación) con sofás que tengan un asiento y reposabrazos duros, pues si lo haces es muy probable que el cliente se quede con un muy mal recuerdo.

  3. No casa con la estética que tú deseas

    Quizás tu gusto ha cambiado, a lo mejor la decoración de tu sala de espera se ha modificado pero el mobiliario, que es lo esencial, no. También es probable que las modas y tendencias se hayan transformado (¡no permanecen igual año tras año!).

  4. Te gustaría que fuese de otra manera

    No es que esté pasado de moda o viejo, es que una vez has hecho el equipamiento y ves el encaje real de las piezas, no te convence el resultado final. Te animamos a que te dejes guiar por un profesional, ya que es la forma de asegurarte de que no vuelves a cometer el mismo error.

  5. Envidias las zonas de espera que ves en Internet de otras oficinas

    A todos nos pasa. En la red puedes encontrar un montón de páginas con fotografías increíbles de oficinas, no solo las típicas de Google u otras americanas, que casi parecen de ensueño, sino con espacios de trabajo “normales” que podrías aplicar a tu caso particular.
    Pues deberías saber que sí que es posible.

  6. Tus invitados (y empleados) la critican

    No siempre por lo alto. Pero los rumores llegan a tus oídos. Quizás tus ojos no lo vean, pero los de los empleados e invitados sí, por tanto no deberías tomarte este rumor como algo negativo, sino como un motivo más por el que deberías renovar la sala de recepción y como una excusa para ponerte a ello cuanto antes.

  7. Ya nadie se para ahí ni se siente a gusto en ese espacio

    En las horas de descanso, en el almuerzo… nadie se sienta en el sofá que compraste con tanto cariño y anhelo (hace 10 años). Antes solía ser un lugar de encuentro y en el que tanto empleados como clientes disfrutaban y se sentían a gusto. Hoy cualquiera de ellos evita sentarse en él, pues el diseño, la estética y la presencia no le invitan a sentarse ni a sentirse a gusto.

¿Crees que estas señales son las únicas o podrías añadir alguna más que te haga saber, de forma directa o indirecta, que ya ha llegado la hora de renovar tu sala de espera?