7 señales de que tienes que renovar la sala de espera de tu oficina
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Está vieja
Así, como dato general. Y más que una señal, es una muestra clara. Si los tapizados de los sofás están estropeados y desgastados, si el material de la estructura de sus patas se está despegando o si el interruptor de la lámpara ya no funciona correctamente, claramente tienes que cambiar tus muebles.
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No es ergonómica
Es probable que nadie pase más de 3 horas sentado en el sofá de tu sala de espera, pero eso no justifica que tus sofás sean cutres, ni mucho menos, incómodos. No deberías equipar tu sala de espera o recepción (que muchas veces es tu carta de presentación) con sofás que tengan un asiento y reposabrazos duros, pues si lo haces es muy probable que el cliente se quede con un muy mal recuerdo.
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No casa con la estética que tú deseas
Quizás tu gusto ha cambiado, a lo mejor la decoración de tu sala de espera se ha modificado pero el mobiliario, que es lo esencial, no. También es probable que las modas y tendencias se hayan transformado (¡no permanecen igual año tras año!).
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Te gustaría que fuese de otra manera
No es que esté pasado de moda o viejo, es que una vez has hecho el equipamiento y ves el encaje real de las piezas, no te convence el resultado final. Te animamos a que te dejes guiar por un profesional, ya que es la forma de asegurarte de que no vuelves a cometer el mismo error.
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Envidias las zonas de espera que ves en Internet de otras oficinas
A todos nos pasa. En la red puedes encontrar un montón de páginas con fotografías increíbles de oficinas, no solo las típicas de Google u otras americanas, que casi parecen de ensueño, sino con espacios de trabajo “normales” que podrías aplicar a tu caso particular.
Pues deberías saber que sí que es posible. -
Tus invitados (y empleados) la critican
No siempre por lo alto. Pero los rumores llegan a tus oídos. Quizás tus ojos no lo vean, pero los de los empleados e invitados sí, por tanto no deberías tomarte este rumor como algo negativo, sino como un motivo más por el que deberías renovar la sala de recepción y como una excusa para ponerte a ello cuanto antes.
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Ya nadie se para ahí ni se siente a gusto en ese espacio
En las horas de descanso, en el almuerzo… nadie se sienta en el sofá que compraste con tanto cariño y anhelo (hace 10 años). Antes solía ser un lugar de encuentro y en el que tanto empleados como clientes disfrutaban y se sentían a gusto. Hoy cualquiera de ellos evita sentarse en él, pues el diseño, la estética y la presencia no le invitan a sentarse ni a sentirse a gusto.
¿Crees que estas señales son las únicas o podrías añadir alguna más que te haga saber, de forma directa o indirecta, que ya ha llegado la hora de renovar tu sala de espera?